El justo Lot me cae mal

La Biblia declara en 2 Pedro 2:7-8 que Dios "libró al justo Lot, abrumado por la nefanda conducta de los malvados (porque este justo, que moraba entre ellos, afligía cada día su alma justa, viendo y oyendo los hechos inicuos de ellos)" 

Dios libró a Lot de la destrucción de Sodma y Gomorra. Pedro definitivamente presenta una faceta de Lot que realmente no me gusta. Cuando leo los relatos de Génesis respectivos a Lot, observo actitudes que son completamente contrarias a las de un hombre justo, observo actitudes que son características de un hombre pecador. El justo Lot me cae mal y deseo exponer algunas razones por las cuales no lo soporto. Estoy seguro que Lot tenía una barba majestuosa, pero no es suficiente para evitar que me caiga mal, estoy enojado con él.

Lot fue seducido por el mundo

Todos recordamos que Lot fue llevado por Abraham cuando este último fue llamado por Dios a dejar su tierra y su parentela e ir a la tierra que Dios le había de llevar. El relato Bíblico narra como Abraham y Lot fueron prosperados en gran manera hasta que "la tierra no era suficiente para que habitasen juntos, pues sus posesiones eran muchas, y no podían morar en un mismo lugar" (Génesis 13:6). Tuvieron algunas diferencias y llegaron al acuerdo de tomar cada uno sus posesiones e irse en direcciones opuestas. La Biblia dice que Abraham se quedó en Canaán, mientras que Lot se quedó en las ciudades de las llanuras e iba acercando su tienda cada vez más a Sodoma (Génesis 13:12). Había algo que definitivamente sedujo a Lot. Sodoma era muy atractiva y cada vez ponía su tienda más y más cerca. Me cae mal Lot porque fueron los pecados que se practicaban en Sodoma los que lo sedujeron. Génesis 13:13 describe en pocas palabras a la cuidad de Sodoma: "eran malos y pecadores contra Jehová en gran manera". Me cae mal Lot porque las prácticas paganas, pecaminosas y perversas, que ofendían a Dios, de Sodoma lo sedujeron y lo llevaron a vivir entre ese ambiente, donde el apóstol Pedro dice que "afligía cada día su alma justa". Leo esto y me enojo con Lot, porque fue una aflicción que él mismo se buscó. Nadie lo obligó.

Lot fue un buen ciudadano, pero...

El capítulo 19 de Génesis empieza con la llegada de los 2 ángeles que anteriormente habían visitado a Abraham. Es obvio que la visita de ellos a Sodoma tenía el objetivo de destruir la cuidad. Lot, que realmente era un extranjero, estaba sentado a la puerta de la ciudad (19:1). Es claro que ya para estos tiempos era un ciudadano reconocido y respetado entre el pueblo. No cualquiera podía sentarse a la puerta de la ciudad. Lot era un empresario exitoso, tenía los contactos correctos y estaba en una posición de poder. Ahora, de todas las personas que estaban  en la puerta de la ciudad, fue el único que atendió a los visitantes, fue el único que los recibió con hospitalidad y amabilidad llevándolos a su casa para que no pasaran la noche en la calle (19:2-3). Lot fue un buen ciudadano y demostró ser un hombre ejemplar, a diferencia de los otros ciudadanos que ni siquiera se dignaron a darle la bienvenida a estos 2 varones angelicales. Además salió a la defensa de los ángeles cuando todo el pueblo de Sodoma se juntó fuera la puerta de su casa para demandarle que los entregara para violarlos (19:4-5). Lot fue un buen ciudadano, y a pesar de ser un extranjero, ante esta crisis demostró que realmente era un sodomita.

Fue un pésimo padre

Lot prefirió darle al pueblo sus propias hijas vírgenes, para que a ellas las violaran en lugar que a los ángeles. Definitivamente Dios no aprueba este tipo de comportamientos, no los promueve en ninguna manera, pero permitió que pasara y que el evento fuera registrado en la Biblia para que sirva de amonestación para nosotros (1 Corintios 10:11). Lot se comportó exactamente igual como lo hubiera hecho un sodomita en su situación. Su mente y corazón estaban lejos de Dios. Estos ángeles no necesitaban ser rescatados de estas personas perversas, todo lo contrario, eran estas personas perversas las que necesitan ser rescatados de los ángeles; ellos venían en nombre de Jehová de los ejércitos para destruir la ciudad por completo. Además de ofrecerle a sus hijas para que las violaran, Lot les buscó novios sodomitas. Lot estaba fomentando en su propia familia la unión en matrimonio de sus hijas con hombres perversos, que probablemente también querían violar a los ángeles que su suegro estaba hospedando. Lot fue un buen ciudadano, excelente; pero un mal padre y no hay forma de negarlo.

Fue un hombre carnal

Lot vivió en Sodoma durante 25 años aproximadamente. Y en esos 25 años, nunca tuvo la suficiente indignación contra el pecado como para salir de la ciudad, más bien fue absorbido por el estilo de vida de Sodoma y expuso a su familia a las atrocidades que se experimentaban en esa ciudad. Él sabía que en Sodoma "eran malos y pecadores contra Jehová en gran manera" pero aún así iba acercando su tienda cada vez más en dirección a este lugar. ¡Me cae muy mal Lot! Fue un excelente ciudadano, pero un hombre demasiado carnal.

Lot vivió en Sodoma 25 años y ni siquiera un alma pudo ganar para el Señor. En el capítulo 18 cuando Abraham intercede por Sodoma, Dios promete que si encontrare 10 justos viviendo ahí, perdonaría a toda la ciudad. Creo que Abraham estaba pensando en que Lot, su esposa y sus 2 hijas habrían sido capaces de proclamar que Jehová era el verdadero Dios y predicar arrepentimiento a los moradores de Sodoma, pero no fue el caso. Con costos habían 4 justos en Sodoma, con costos. Los yernos de Lot se burlaron cuando les habló sobre el juicio de Dios porque estoy seguro que esa fue la primera vez que escucharon a Lot hablar de su Dios y de su fe.

Lot no merecía ser rescatado

Lo único que Lot merecía era que le cayera fuego y azufre a él primero antes que cualquier otro sodomita. Prácticamente no había diferencia entre él y los ciudadanos de Sodoma. Los ángles tuvieron que incluso "corretearlo" para que escapara, porque ni siquiera la venida del juicio de Dios sobre Sodoma le generaba el más mínimo sentido de urgencia (Génesis 19:15). Tuvieron que los ángeles tomar de la mano a él, a su esposa, y a sus hijas para llevarlos a un lugar seguro, lejos del fuego y azufre. ¡Qué clase de tipo era este Lot! Lo digo con la mayor decepción posible. No merecía nada más que morir como los otros sodomitas pero Dios lo rescató porque tuvo misericordia de él. Lot no merecía nada más que juicio, pero Dios ya había decidido tener misericordia con él y dispensar de Su gracia a Lot y a su familia a pesar de todo lo malo que hizo durante toda su vida en Sodoma.

Yo soy igual que Lot

Lot me cae mal, porque cuando leo su relato en la Biblia, veo mi vida completa reflejada en su vida. Veo como el mundo, con sus deseos y sus pecados, me seduce constantemente, cada vez más su entorno me absorbe, soy permisivo con sus prácticas y pensamientos. A pesar que sé que es contraproducente para mi espiritualidad, me dejo influenciar cada vez más por lo prohibido. Al igual que Lot expongo a mi familia a las tentaciones del mundo, fomento la experimentación y el jugueteo con las llamativas alternativas que el mundo ofrece. Mi mente y mi corazón están lejos de Dios y actúo conforme a las influencias de los demás antes que según los decretos inspirados de la Biblia.

Me enojo con Lot, porque me enojo conmigo mismo. Cuando veo que soy tan permisivo con el pecado, que me enfoco en mis planes y proyectos, que me dedico a mis pecados y pasatiempos, y dejo de lado el trabajo misionero en el campo en el cual me encuentro. Estudio por años en colegio y universidad, trabajo por décadas en mi oficina y nunca comparto mi fe, y cuando lo hago los demás se quedan extrañados porque mi testimonio no ha sido un reflejo de Cristo hasta el momento.

Lot vivió afligido en medio de Sodoma porque a pesar que su carnalidad lo llevó a un lugar de decadencia espiritual, Dios no permitió que Lot se deleitara completamente en su pecado. Lot no podía disfrutar a plenitud, no tenía completa paz ni tenía completo gozo porque sabía, en el fondo de su corazón, que a pesar de vivir en Sodoma, él iba a seguir siendo extranjero en esa ciudad, no un local. Dios tuvo ese tipo de misericordia, no lo entregó completamente a sus pasiones, no lo entregó a una mente reprobada. Dios lo preservó hasta el final porque Él decidió tener misericordia de Lot, por amor a Abraham (Génesis 19:29). Dios ha decido preservar mi vida, no ha permitido que me deleite en mi pecado ni en lo que este mundo me ofrece, no me ha entregado a pasiones vergonzosas, no ha dejado que mi pecado me domine, por amor a Cristo, quien día y noche intercede ante el Padre por mí.

Lot me sigue cayendo mal, pero de la misma manera que Dios lo rescató, así Él me ha rescatado a mí y puede rescatarte a ti. Porque ahora entiendo que ni la justicia ni la salvación de Lot dependían de él mismo, no dependían de su propio esfuerzo ni de sus méritos por escapar del juicio de Dios. La justicia y la salvación de Lot dependían completamente de Dios porque "no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia"  (Romanos 9:16). Lot me ha ayudado a entender que todo depende de Dios y no de mí, y eso me ayuda a vivir confiado en la gracia y misericordia de Dios, quien me ha tomado de la mano y me ha llevado lejos del castigo que me merezco.